Con un enero atípico, plagado de continuas lluvias en ciertas zonas del país, los productores buscan certezas para sus cosechas y para poder pronosticar su futuro. El planteo se genera cuando se trata de ver la incidencia del agua en los rindes de los cultivos
En diálogo con el diario LA NACION, Juan Pablo Ioele, jefe de la agencia de extensión rural de Corral de Bustos, del INTA Córdoba, contó si bien los promedios de cosechas van a ser muy buenos, van tener una asimetría muy grande en los escenarios de los distintos productores de la zona núcleo.
En coincidencia, el consultor Julio Lieutier, que asesora en el norte de Buenos Aires, detalló que en las perspectivas de rindes hay “situaciones terriblemente disímiles, donde los productores que sembraron a tiempo llevan ventaja”.
“En Pergamino y Junín si bien hubo excesos, al ser zonas con buen drenaje, los cultivos de primera que se implantaron están excelentes y los de segunda, muy buenos; tanto maíz como soja”, sostuvo y añadió que en cambio los suelos más planos, de Pergamino hacia el Este (Ramallo y San Pedro), hay algo de perdida de maíz en superficie, bastante en soja de primera y mucho en soja de segunda (que tuvo que resembrarse).
Ahora las expectativas se centran en las zonas de riesgo, que aún están bien pero que, con más precipitaciones, su situación será crítica. “En Chacabuco y Chivilcoy, por ejemplo, con excesos reiterados de agua que complicó la siembra, se tuvo que sembrar soja de segunda recién el 20 de enero y las perspectivas son muy pobres”, dijo Lieutier.
“Cuando hay este nivel de precipitaciones, las cosechas son buenas pero en el resultado final habrá productores que ya están complicados en el fondo de la palangana y su suerte ya está determinada, independientemente de los que suceda con los pronósticos futuros”, explicó el técnico cordobés y agregó: “Hay una región que abarca un 20% de la superficie de Marcos Juárez que, con más lluvias, se comprometerían las cosechas de maíz y soja”.
Pronóstico a futuro
En un informe, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalla que durante las dos próximas semanas de febrero se producirán precipitaciones, combinadas con un frente caliente. “Sin que baje la temperatura, sobre una franja en forma de media luna, que se extenderá desde el oeste del NOA, pasando por el norte de Cuyo y Córdoba, alcanzando su mayor intensidad sobre el sur de Santa Fe, la mayor parte de Buenos Aires y el sur de Entre Ríos, con tormentas severas con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales”, dice el documento.
Para Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, el panorama climático de grandes contrastes que ocurre en el primer mes del año se atempera en los meses siguientes. “Los contrastes se atenuarán en alguna medida, pero continuarán haciéndose sentir con vigor, alternándose extensas superficies con lluvias abundantes con amplios focos secos”, afirma.
El informe explica que hasta el 6 de febrero próximo,”el este del NOA, la mayor parte del Paraguay, la mayor parte de la región del Chaco y el norte de la Mesopotamia observarán precipitaciones escasas (menos de 10 milímetros), con focos de valores moderados (más de 10 milímetros), al igual que el extremo sur de Cuyo y el extremo sudoeste de la región Pampeana que experimentarán precipitaciones escasas (menos de 10 milímetros)”.
En tanto, “el oeste y el centro del NOA, el norte de Cuyo, Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte y el centro de Buenos Aires, el sur de Corrientes y Entre Ríos observarán precipitaciones muy abundantes (25 a 75 milímetros), con tormentas severas con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales (más de 100 milímetros).
fuente:www.agrositio.com
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