Los dos Cristos de Salamone
EL CRISTO DEL MÉDANO *Por Gastón Partarrieu El tren proveniente de Buenos Aires estaba detenido en el andén. Era un día caluroso de fines de octubre de 1938. En las vagones de carga, repletos de mercancías de todo tipo para abastecer el comercio local, venía un embalaje especial. En una enorme caja de madera, la que tenía pintada con grandes letras la sigla “SADOP”, venía una imagen de Jesucristo que enviaba el arquitecto que estaba dirigiendo la obra del Palacio Municipal, ya culminado en un 95 por ciento, el cual lucía esplendoroso, superando su torre a la del templo, hasta [Leer más]